viernes, 14 de agosto de 2009

Still alive

Saludos desde Tromsø.

Después de cuatro sin internet, que me han parecido una eternidad, vuelvo a estar comunicado con el mundo exterior. Ya tengo conexión en mi propia habitación. Todavía no está activo mi número de teléfono noruego pues sigo a la espera de que Vodafone se porte y me envíe el código de liberación de mi móvil.

Tengo muchas cosas que contar y poco tiempo, esta semana está siendo un poco frenética entre papeleos y actos sociales. Intentare resumir un poco la experiencia de estos días y ya iré profundizando en cada tema más adelante.

La vida aquí es bastante diferente de España. Llueve todos los días y hace algo de fresquillo ya, suficiente para tener que llevar una chaqueta. En las montañas de alrededor todavía se ve nieve. En ningún momento se hace completamente de noche, y durante el día la intensidad de la luz varia muy poco, con lo que te sientes bastante desorientado con respecto a la hora. Un reloj se hace imprescindible por ahora. Este es el momento de mayor oscuridad, en torno a la una de la madrugada.

La residencia esta bastante bien. De momento comparto casa con dos chicas rusas y supongo que vendrá más gente estos días. Pensaba que me costaría más hablar inglés con la gente pero me voy acostumbrando rápido. Ya he conocido a la mayoría de gente que vive aquí ya que nos reunimos cada noche (de momento) para tomar cerveza.

El alcohol en este país tiene precios prohibitivos, asi como el tabaco, por culpa de los impuestos. La cerveza más barata que hemos encontrado en el super vale un euro el tercio, y el resto suele estar por los dos euros. En cualquier bar suelen cobrarte de cinco euros para arriba por una pinta. El resto de bebidas todavía ni lo se porque no se venden en supermercados. Al parecer es común que la gente fabrique su propia cerveza, vino, etc.

Es bastante difícil hacer algunas tareas cotidianas. Comprar en el supermercado no es sencillo ya que todo esta en noruego y no sabes lo que compras exactamente, además de tener que ir buscando los productos más baratos. Reciclar es también algo complicado, hay siete tipos diferentes de basura. Necesitas el autobús para todo: ir a la universidad, a comprar comida, al centro... Pero enseguida te acostumbras y no representan verdaderos problemas.

En resumen, estoy muy a gusto aquí, estoy conociendo mucha gente fantástica de todas partes del mundo (hay hasta gente de Nepal de intercambio) y el entorno es alucinante.

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